Recientes estudios sobre la microbiota intestinal felina enfatizan la influencia de la dieta, edad y entorno en la composición de los microorganismos que constituyen este sistema, afectando también las heces de los gatos. Un estudio de la Universidad de California que examina los microbiomas fecales en gatos sanos ha descubierto variaciones según el tipo de alimentación.
Esta investigación, que analizó 1.879 muestras de heces, encontró que los gatos alimentados con comida seca poseían una cantidad levemente mayor de bacterias centrales beneficiosas en comparación con aquellos que no la consumían. En contraste, los gatos con dietas de alimentos crudos mostraban menos grupos de estas bacterias beneficiosas.
La investigación también destaca la variabilidad de estas bacterias en gatos sanos, dependiendo de factores como la edad y el ambiente en el que viven. Estos hallazgos son cruciales para diseñar dietas específicas que promuevan la diversidad microbiana y la salud digestiva en los gatos, especialmente relevantes en cambios dietéticos o enfermedades gastrointestinales.
Otros estudios señalan que una dieta rica en prebióticos y fibras puede ser beneficiosa para la microbiota intestinal felina. El estudio ‘Efectos de la suplementación dietética con inulina sobre la microbiota fecal y su función y sobre la respuesta vacunal en gatos’ (2023) reveló que la suplementación con inulina modificaba la microbiota fecal y sus metabolitos funcionales, mejorando la respuesta inmunitaria durante la vacunación.
Los prebióticos, definidos como vegetales con fibra fermentable, y las fibras, que promueven el tránsito intestinal y mejoran la calidad de las heces, son cruciales según los expertos. Además, se resalta que las conductas de alimentación de los gatos difieren significativamente de otros animales domésticos, como los perros, debido a su tendencia a consumir pequeñas porciones a lo largo del día y su sensibilidad a factores como la temperatura, humedad, ruidos y olores.
Los expertos también indican que los gatos, por su instinto cazador y comportamiento carnívoro, suelen alimentarse más por la noche, y que la ausencia de alimentación en momentos específicos del día no es generalmente motivo de preocupación, a menos que se observe una pérdida de peso notable. Por ello, es importante monitorizar sus hábitos para detectar cualquier posible enfermedad.
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