Las comercializadoras de electricidad han mostrado su rechazo a la propuesta de prohibir la publicidad comercial y la contratación de luz y gas por vía telefónica que plantea el Gobierno, a menos que el potencial cliente lo autorice antes, porque impacta en la capacidad de elección del consumidor y el acceso que tiene a distintas ofertas. Esto beneficia a grandes energéticas que copan la mayor cuota de mercado en España y lastra la competencia en el mercado liberalizado.
Este punto, que consta en el Reglamento General de Suministro y Contratación recogido en un real decreto y que está en fase de audiencia pública, fue ampliamente abordado en el IX Foro de Energía celebrado este jueves por ‘El Economista’.
Varios primeros directivos de comercializadoras destacadas coincidieron en señalar que “prohibir no es el camino” y que estas restricciones en la captación de nuevos clientes que buscan supuestamente proteger al consumidor pueden acabar con un efecto contrario, minando su libertad de elección y favoreciendo a grandes grupos energéticos.
El Gobierno, en base a un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha propuesto prohibir estas llamadas al constatar malas prácticas en la captación de clientes y deficiencias en la contratación y soportes documentales en el proceso de contratación.
Para Emilio Rousaud, CEO de Factorenergia, se puede regular muy bien la protección del consumidor sin la necesidad de prohibir las actividades de comercialización: “Ese camino me parece realmente muy peligroso porque se puede ir cortando todo y, al final, lo del mercado liberalizado parece una ficción”.
La compañía que lidera, con 25 años de trayectoria, fue precisamente la primera comercializadora autorizada para operar en el mercado eléctrico cuando se liberalizó.
Por su parte, el CEO de Axpo Iberia, Ignacio Soneira, alertó de que si se limita la captación de clientes se está sencillamente favoreciendo a aquellos que tienen una cuota significativa, en torno al 90% del mercado en manos de tres o cuatro grandes compañías. “Si se nos limita el puerta a puerta o las llamadas tenemos un problema porque los costes de adquisición son muy grandes”.
El director general de Plenitude Iberia, Antonio Colino, consideró que si se va limitando las opciones para el cliente el efecto puede ser mucho más pernicioso: “La sobreprotección suele conllevar un exceso de coste”.
En la misma línea se manifestó Jorge González Cortés, vicepresidente de Gesternova, compañía con 19 años de recorrido en el mercado. “Los comercializadores independientes tenemos una cuota de en torno al 12% después de 30 años”, alertando de que muchas limitaciones les acaba pagando el consumidor.
La propia CNMC ha advertido en más de una ocasión sobre la elevada concentración en favor de los grupos verticalmente integrados en España, cuestionando la relación endogámica -principalmente entre producción y venta de electricidad- que les ofrece a estos grupos frente a las comercializadoras independientes.
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